El informe pericial en Odontología, se utiliza para evaluar la actividad de un profesional. Su función fundamental es “valorar hechos o circunstancias relevantes en el asunto o adquirir certeza sobre ellos”, es decir, dar una opinión cualificada sobre un tratamiento realizado a un paciente.
La contratación de los servicios de un perito médico odontólogo puede ser concluyente en el caso de que debamos evidenciar ante un juez mediante un informe pericial, las secuelas originadas por daños odontológicos generados por algún accidente, agresión, por un diagnóstico médico erróneo o por la mala práctica en el desarrollo de una intervención quirúrgica.
La intención del informe es, por tanto, evaluar el estado buco-dental de un paciente y si la ejecución del tratamiento que se le ha realizado, todo ello conforme a la lex artis profesional y al estado de la ciencia odontológica al respecto. Se analiza si la manera en que ha sido realizado corresponde a una buena praxis profesional y el resultado ha sido satisfactorio para el paciente. Hoy en día es muy común en las clínicas “Low Cost” realizar procedimientos clínicos de baja calidad, con los problemas que eso conlleva para el paciente.
El perito médico debe esmerarse en la terminología que utiliza, teniendo en cuenta que muchas de las personas que van a leer su informe no tienen conocimientos de terminología médico-odontológica. Además, debe cuidar el estilo de escritura procurando no confundir ni dar lugar a interpretaciones erróneas, para que el lector, no conocedor de la técnica pericial, pueda seguir el informe sin fatiga y, por consiguiente, con menos posibilidad de error.
Ante un caso de mala praxis o negligencia dental donde no se consigue un acuerdo entre las dos partes (odontólogo y paciente) y se desea emprender la vía jurídica para solventar el problema, el primer paso a seguir es la obtención de un informe detallado de las intervenciones realizadas al paciente:
El dentista podría no contar con el conocimiento mínimo necesario para proporcionar una solución a los problemas del paciente. Por ejemplo, la falta de conocimiento del dentista para poder establecer un diagnóstico preciso.
También un dentista ejerce «mala praxis» cuando no cuenta con el equipo y material mínimos necesarios para proporcionar atención dental.
La falta de habilidades se puede describir como la atención brindada por personal no calificado que carece de habilidades y conocimientos mínimos necesarios para resolver el problema de salud oral y dental de un paciente.
En otros casos, el dentista cuenta con pleno conocimiento y la habilidad suficiente para resolver la el problema del paciente, pero debido a una mala ética y razones tales como descuido, olvido o indiferencia, decide voluntariamente no realizar las intervenciones adecuadas, aunque el pronóstico del tratamiento podría verse afectado.
En la actualidad se ha pasado de la negligencia dental a la negligencia dental premeditada propia de las clínicas dentales “Low Cost”. La publicidad engañosa, los diagnósticos erróneos, la mala calidad de los materiales, la falta de historiales médicos lleva la mala praxis. Estas empresas de "salud" han hecho de la negligencia un hecho continuado.
Motivos de quejas y reclamaciones
La gran mayoría de los pacientes presentan reclamaciones por motivos clínicos (un 71%), en un 28% de las quejas aparece el motivo económico y un 17% se corresponde a motivos administrativos (una queja puede abarcar más de un motivo).
Los principales motivos de queja clínica son los implantes (representan el 38% de estas reclamaciones), seguido de los tratamientos con prótesis (28%), la odontología conservadora, la ortodoncia, endodoncias, cirugía y periodoncia.
Las quejas por tratamiento de prótesis han experimentado un incremento del 41% y las debidas a tratamiento con implante un 27%. En este sentido, por cada reclamación de tratamiento por implantes de una clínica privada, una clínica corporativa recibe 37.
Con relación a las quejas por motivos económicos, estas reflejan una subida del 11% con respecto a 2015. El tratamiento inacabado se posiciona como principal motivo de queja de índole económica. Los datos del presente estudio concluyen que por cada reclamación por motivos económicos que ha recibido una clínica privada, se reciben 45 procedentes de clínicas corporativas.
Por último, con respecto a las quejas presentadas por causas administrativas, estas han aumentado un 9% con relación a 2015, siendo la “mala atención al paciente” la principal causa dentro de este grupo de quejas.
Conclusiones del estudio
En otro estudio, realizado a 318 abogados mediante un cuestionario con 25 preguntas sobre la responsabilidad del odontólogo, se demostró que la causa más probable de mala praxis se da por incapacidad del odontólogo ( 39,2%), error de diagnóstico (33,6%), error de planificación (35,0%), por falta de información al paciente (32,2%), negligencia (30,1%), examen clínico de modo superficial (32,2%), por no lograr las expectativas (16,1%), por una inadecuada relación profesional-paciente (32,2%) y otras (7,7%). Esta es una evidencia que prueba que la mayoría de las veces, se da la mala praxis por el odontólogo, al querer ir más allá de lo que está realmente capacitado para hacer.
Otra parte importante es la Traumatología oral. Las agresiones, accidentes de coche, caídas, son una fuente de lesiones dentales y de tejidos blandos que rodean la boca. Incluso el maltrato infantil o acoso escolar.